El espíritu opositoril es eso que debemos de tener para ser constantes y poco a poco ir haciendo el camino, paso a paso, para conseguir nuestro objetivo, que es aprobar la oposición (mejor dicho, sacar plaza).
Una de las cosas que me motivó a querer sacarme una plaza fueron mis anteriores experiencia laborales. Trabajar en negro, que tarden muchos meses en pagarte, que te presionen para pagarte una porquería en comparación de lo acordado, incluso que te lleguen a falsificar un contrato... Son cosas que cerca de la treintena y con una formación, te hacen plantearte hacia dónde quieres que vaya tu vida.
Me gustaría tener una vida lo más estable posible, a pesar de que los coaches digan que en este mundo cambiante, lo del trabajo para toda la vida se ha terminado. Me gustaría tener mi casa, no seguir dependiendo de mis padres, lo cual cada día me cuesta más. Muchas personas lo ven como algo positivo, que menuda suerte me dicen que pueda vivir de mis padres. Ejem, mejor me callo y no digo lo que opino de esas personas.
Me gustaría tener mi familia, pero cómo voy a tener una familia, si no tengo para mí?
Estos meses han sido cada vez de más constancia, aunque ahora que se acerca el momento es una ansiedad bastante grande. Son pocas plazas y lo más que puedo aspirar es a quedarme en listas, ya que puntos de experiencia no tengo ni el primero.
Luego están las tentaciones. Soy desempleada y salen cursos muy majos que dices: "Uy, igual me podía hacer este curso que son unos meses y puede que encuentre trabajo por ahí". Pero si reflexiono vuelvo a lo de antes... hacer cursos, hacer trabajos miserables, para al final perder tiempo y salud en cosas que no me llevan a nada. Cursos que he hecho que no valen según para qué, o mi experiencia profesional, de una categoría que no se corresponde con lo que debería ser.
Tengo mucho miedo al futuro, cada vez se me presenta más incierto. Pero dicen que las cosas que realmente merecen la pena, son esas que nos han costado mucho esfuerzo. Son difíciles, pero que valen el trabajo que se deposita en ellas.
He apostado por esto, es lo que quiero. Espero no perder el norte y saber persistir en mi objetivo hasta conseguirlo. Tener un trabajo que me gusta, a la vez que digno.
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