1 - Estudia para convertirte en el mejor, en el más conocedor, en el más competente y exitoso de todos los opositores de tu especialidad.
2- Déjate consumir apasionadamente por el temario de la oposición como si estuvieras perdidamente enamorado.
3- Esfuérzate para conseguir los mejores resultados, que tus apuntes sean claros, tus esquemas sintéticos y significativos, invirtiendo al menos 50 horas a la semana en tu preparación.
4- Piensa, respira y siente cada día como si fueses el mejor docente del mundo (o la profesión a la que oposites) y adquiere la mejor preparación para ello. Ten claro que el obtener tu plaza te llevará al estilo de vida tanto profesional como personal que deseas.
5- Obsesionate por los resultados. Cada día debes hacer progresos, ir añadiendo granitos de arena a tu montaña de conocimiento y ver que rindes más en tu quehacer como opositor, para cuando llegue la prueba de fuego conseguir los mejores resultados.
6- No consientas que los malos pensamientos ajenos rompan tu ilusión y te desvíen de tu camino.
7- Concentra todo tu esfuerzo, pon todas tus energías en la oposición. Márcate metas claras cada día, cada semana, cada mes.
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